Vera Fauna hace gala de un pop embriagador de tintes psicodélicos que
puede teletransportarnos a cualquier plaza llena de olores cítricos. Los
sevillanos comenzaron encarnando una propuesta vaporosa que ha ido
concretándose poco a poco hasta llegar a manejar con eficacia el lenguaje del
hit y el del pop más intimista. Una especie de cruce entre Crumb, Beach Fossils y
Kiko Veneno salpicado por la tropicalia brasileña moderna de O Terno o Boogarins. Vera
Fauna suena a tarde de primavera, a pulso acelerado, a ansiedad generacional millenial, a
aceras llenas de flores de azahar, a todo lo que hay en su primer disco: Dudas y Flores (Purple
Moon Records, 2020).