BUM MOTION CLUB (Madrid, 2017) crean una mezcla inspirada en el shoegaze y el
dream pop, a medio camino entre el escapismo y la contundencia. Los teclados y
guitarras que nos trasladan a una atmósfera de ingravidez se enfrentan a ritmos y vocales
que nos devuelven de un golpe a la superficie terrenal. Puro dreamwave.