De todas y cada una de las palabras que existen en el rico e
inabarcable vocabulario español, Alavedra, después de años de
incansable búsqueda y unas cuantas canciones de por medio, han
dado con las dos que más les representan: uf venga.
El 'uf', el quejido primigenio, la mala cara, el eufemismo de pereza que
alimenta cada una de las decisiones de la banda siempre de la mano
del 'venga', el atisbo de esperanza, la luz al final del un túnel larguísimo
al que te enfrentas a 40º, sin agua y sin cobertura, la última natilla en el
fondo de la nevera que movido por una fe inexplicable te empeñas en
buscar aún siendo consciente de su más que probable inexistencia.
Uf venga es el nombre del primer disco de Alavedra, algo que no
hubiese sido posible sin la titánica, cíclica e irremediable batalla entre
ambos conceptos.
8 canciones que nacen de las cenizas del Sonido Carmel y de las
intrépidas aventuras de nuestros 4 héroes, Xiri, Genís, Dani y Ret
enfrentándose a pecho descubierto contra la siempre temible vida
cotidiana.